Héctor
Juan Pérez Martínez, nacido en el Barrio Machuelo
de Ponce, el 22 de septiembre de 1946, se trasladó a la ciudad
de Nueva York a mediados de la década de los 60's en busca
de fama y fortuna como cantante. Trabajó por algunos meses
con la orquesta del percusionista Francisco "Kako" Bastar,
logrando grabar como primera voz del coro en el año 1967.
El disco saldría al mercado al año siguiente. Pero
durante el mismo 67, se produce su unión con el trombonista
y arreglista Willie Colón, que redundaría en su primer
disco como cantante principal, "El malo". Héctor,
con su estilo callejero y desafiante, resultaría el complemento
perfecto para la música de Colón, estridente y atrevida
para los puristas en la fusión de ritmos.
De
1967 a 1973 el binomio produce discos como "La gran fuga",
"Cosa nostra", "Lo mato", "El juicio"
y los volúmenes de "Asalto navideño". Los
mismos son de vital importancia para la solidificación de
la salsa como género. Canciones como "Juana Peña",
"Barrunto", "Calle Luna, Calle Sol", y "La
Murga", son sólo algunos de sus éxitos. Luego
de casi una década juntos, Willie, incapaz de seguir el ritmo
de vida de Héctor dado a la juerga y el exceso, decide que
es mejor que siga cada cual por su lado. Esto coincide con, o tal
vez propicia, la estrategia a seguir por el sello Fania, de lanzar
a los cantantes de más éxito como solistas, apartados
de las orquestas que le dieran fama. La separación es amistosa
y no definitiva, pues Colón fue el productor de varios de
los álbumes más exitosos de la carrera solista de
Lavoe, que comienza en 1975 con el disco "La voz". Le
siguen los elepés "De ti depende" y "Comedia"
que producen éxitos como "Periódico de ayer",
de la autoría de Tite Curet Alonso, y la canción que
por siempre le definiría "El cantante", escrita
por Rubén Blades. También fue uno de los intérpretes
estelares de la Fania All Stars, dando la vuelta al mundo con ellos.
Durante
los primeros años de la década de los 80's el género
sufrió la pérdida de popularidad. Lavoe continuó
grabando, pero su adicción a las drogas y las tragedias personales,
minaron su autoestima y su claridad mental.
La muerte de su suegra y su hijo, la fractura de sus piernas al
saltar por la ventana de su apartamento que se quemaba, abonaba
al tormento que intentaba apaciguar a través de las drogas.
Todo esto culmina en 1988.
Tras la suspensión
de un concierto en Bayamón que marcaría el reinicio
de su carrera en la Isla, Héctor se lanza del décimo
piso de un hotel de El Condado. No logra suicidarse, quedando malherido
e incapacitado de volver a cantar. Transcurre sus útlimos
años en Nueva York, donde promotores se lucran presentándolo
en conciertos cuando apenas podía hablar. A pesar de las
ventas generadas por sus discos, Lavoe se vio en condición
económica precaria. Murió en el Hospital Saint Claire
el 29 de junio de 1993 de la ciudad de New York.
Hector
Lavoe es considerado el mejor sonero, después de Ismael Rivera
"El Sonero Mayor". Su carisma en tarima y su don de gente
fuera de ella, le ganaron la idolatría de su fanaticada,
que casi le veneran como un mártir de la rumba y la calle.
"Hector le podía mentar la madre a todo el mundo y el
público se reía, lo malcriaron", señalo
Willie en una ocasión, famoso por llegar tarde a sus compromisos,
Héctor solía decir.- "Yo no llego tarde, el público
llega muy temprano", en su canción "El rey de la
puntualidad". Willie Colón lo describe como.- "graduado
de la Universidad del Refraneo con altos honores, miembro del Gran
Círculo de los Soneros, poeta de la calle, maleante honorario,
héroe y mártir... por eso lo bautizaron como "El
Cantante de los Cantantes". Cheo Feliciano ha señalado.-
"era el niño mimado de las estrellas de Fania".
Tito Curet Alonso, el decano de los compositores de salsa, asevera
enfático.- "Lavoe fue un cantante "sui generis"
porque nunca imitó a nadie, fue único en su clase,
de la categoría de Ismael Rivera y Benny More".